NI TAN TAN, NI MUY MUY

Ni a mí me haces tanta falta, ni tu eres tan feliz sin mí,

Ni a mí se me escapa la lengua en otra boca, ni te cuadran mis motivos,

Ni te rompí los sueños, ni se me pegó la culpa,

Ni mis recetas fallas, ni tus vacunas me curan,

Ni me dices mentiras piadosas, ni confieso toda la verdad,

Ni soy inocente, ni tienes la culpa.

Ni yo me muero de frío, ni a ti se te secaron las ganas,

Ni me pagas el boleto, ni me muero por volver,

Ni tengo la razón, ni estás equivocado,

Ni cuento bien las historias, ni tienes tanta imaginación,

Ni es la última vez, ni me crees que fue la primera,

Ni fue cosa de el momento, ni te hice perder el tiempo,

Ni yo me estoy despidiendo, ni me estás diciendo adiós.

Ni pretendía que te enteraras, ni entiendo porque lo dije,

Ni quiero que esto acabe, ni puedes seguir conmigo,

Ni te pido que me perdones, ni me propones que me quede,

Ni estoy llorando a mares, ni se te encharcan las pupilas.

Ni ese beso significa nada, ni yo para ti soy todo,

Ni es mentira que nos quisimos tanto, ni es verdad que ya no nos queremos,

Ni tu me compras el boleto, ni yo me muero por volver.

EXPLICACIONES

Si el cielo tiene estrellas es gracias a la nostalgia del que necesita algo que mirar.

Los suspiros existen para aquellos que tienen repetidos encuentros con el pasado, la emoción para los que siguen creyendo en el futuro.

El amor para ti y para mi, los recuerdos para aquellos que nunca pasaron por aquí. Hay tanto besos como pueda recibir tu boca, tantas razones como las que me quieras creer. Los caminos están para cuando los quieras tomar, las creencias para cuando necesites dudar, lo vivido para olvidarlo y repasarlo contigo.

QUEÍSMO

Que no se me olvide este momento,

que no se disuelva este lugar,

que encuentre pistas todos los días para regresar y que entre laberintos nunca me olvide que buscar.

DESTIERRO

Quería que me llevaras al fin del mundo pero el viaje sólo nos duró un segundo. Y yo que me iba a robar el vuelo de Superman para andar contigo de aquí para allá pero, fue tan fugaz como eterno, duró lo que dura una luna sin la promesa de repetirse cada noche.

Naufragamos antes de tocar el mar, nos perdimos antes de empezarnos a buscar.

Pretendimos sentar cabeza, anclar los pies en el suelo y lo más cerca que llegamos fue a rodar desnudos por el piso.
Nos congelamos antes del invierno, perdimos sin apostar, nos desterramos antes de poder recordar.