domingo, 26 de diciembre de 2010

VOTOS

Él le dice a ella:


  • Me aprendo en ti más que en mi mismo.
  • Te confío mis sueños para construir realidades.
  • Me tienes en tus manos y me lees cómo a un libro.
  • Sabes las cosas que yo ignoro y me dices las cosas que no me digo.
  • Ejercito y nutro mi mente porque sería fácil quedar rezagado.
  • Aprendí la profesión del obrero para trabajar la relación.
  • Me atrevo a tomar decisiones importantes porque me enseñaste que no hay limite que se justifique.
  • La realidad más fuerte que tenemos es nuestra amistad.
  • Redefiní muchas palabras del diccionario de mi vida: amor, admiración, respeto, dedicación, ilusión y esperanza son sólo unas de ellas.
  • Siempre te voy a decir que te amo.


Ella le dice a él:


  • Siempre te extrañe sin conocerte.
  • Me hiciste creer en tus palabras y en mis oídos, en tus pasos y en mis huellas, en tus besos y en mi boca.
  • Me has enseñado que hay buenas y que hay malas; pero siempre le vas a tu equipo: y tu eres el mío.
  • Descubrí que tu lugar en el mundo es donde las formas de la arena concuerdan con nuestra sombra.
  • La vida es aprender a caminar, es dejarse llevar, poner un alto, continuar, detenerse, volver a empezar…
  • Juntos entendemos que no se trata de poner escaleras sino de enseñarnos a escalar.
  • Contigo no quiero soñar que estamos juntos: quiero soñar juntos.
  • Te doy mis ojos no para que veas sino para que mires por donde voy.
  • Me emociono al pensar que este viaje que emprendo ahora es de los dos.
  • Eres la televisión que quiero mirar, la sopa caliente que quiero tomar. La puerta y el garaje. Eres el sitio al que quiero llamar hogar.

DE PUÑO Y LETRA

En un papel te entregué mi afición por los canta autores, mi obsesión agridulce, mis placeres culposos. En un papel te entregué tanto como tengo desde mis pares de tacones hasta mis sueños nones, te di mis palabras y te conté los secretos entre mis silencios.

En un papel te regalé la propiedad de mi cuerpo, los vicios de mi alma, mis pausas y mis prisas, todas mis sonrisas y los litros de agua salada que encharcan mis pupilas. Te entregué mi profesión, mi vocación, mis arrugas en la frente, las copas de vino que me he bebido y las botellas con las que aún me falta brindar.

En un papel puse todas mis ganas, las ilusiones idealistas, los miedos realistas; los vuelos tropezados, mis noches de luna, mis lunas de miel...; en un papel firmé que soy tuya, desde el pelo alborotado hasta los tacones que se estrellan contra el suelo, desde mis ideas que vuelan libres hasta mis pasos más firmes.

EL AÑO NUEVO EMPIEZA EL 20 DE NOVIEMBRE

Llegaron tantas historias a mi mente, hice y desbaraté tantos planes, fui pasajero, conductor, colado y parte de la tripulación.
Repasé la lista de sueños pendientes, recordé los pagos vencidos, me volví millonario, vagabundo desolado y viajero acompañado.
Escribí un cuento en la cabeza, perdí lo que estaba buscando y encontré justo lo que venía necesitando. Recordé que aprieta la distancia y que aunque me cueste aceptarlo el mundo todavía me queda guango.
Me faltó el aire y me llené de amor los pulmones, me enamoré de la persona de al lado y le fui infiel a la idea de cautiverio.
Me arriesgué, me arrepentí y al oír el llamado para abordar el vuelo descubrí que nunca antes me había sentido tan feliz; feliz de compartir el viaje; feliz de ver mi promesa materializada en una argolla metalizada.