lunes, 11 de mayo de 2009

MEMORIA DOLIDA

De los rostros que recordaba,
De los momentos que saboreaba,
De las calles que caminaba,
De las horas que esperaba no pasaran,
Sólo queda la cara, el tiempo y el asfalto mezclado con desamparo.

De las mentiras que hice mi credo,
De los bares que nunca dejaba,
De los trenes en que me encontraba,
De los olores que me impregnaban,
Sólo quedan los restos, los vasos sucios, el humo y una nariz que no huele nada.

De nosotros para siempre,
De los dolores que azotaba contra las banquetas,
De los amores que eran eternos,
De los conflictos que no quería resolver,
Del sitio de donde no quería jamás volver,
Sólo quedo yo, músculos colapsados y corazones suturados.

Tengo dolida la memoria de darme cuenta que al lugar donde has sido feliz, no deberías tratar de volver.

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