Él le dice a ella:
- Me aprendo en ti más que en mi mismo.
- Te confío mis sueños para construir realidades.
- Me tienes en tus manos y me lees cómo a un libro.
- Sabes las cosas que yo ignoro y me dices las cosas que no me digo.
- Ejercito y nutro mi mente porque sería fácil quedar rezagado.
- Aprendí la profesión del obrero para trabajar la relación.
- Me atrevo a tomar decisiones importantes porque me enseñaste que no hay limite que se justifique.
- La realidad más fuerte que tenemos es nuestra amistad.
- Redefiní muchas palabras del diccionario de mi vida: amor, admiración, respeto, dedicación, ilusión y esperanza son sólo unas de ellas.
- Siempre te voy a decir que te amo.
Ella le dice a él:
- Siempre te extrañe sin conocerte.
- Me hiciste creer en tus palabras y en mis oídos, en tus pasos y en mis huellas, en tus besos y en mi boca.
- Me has enseñado que hay buenas y que hay malas; pero siempre le vas a tu equipo: y tu eres el mío.
- Descubrí que tu lugar en el mundo es donde las formas de la arena concuerdan con nuestra sombra.
- La vida es aprender a caminar, es dejarse llevar, poner un alto, continuar, detenerse, volver a empezar…
- Juntos entendemos que no se trata de poner escaleras sino de enseñarnos a escalar.
- Contigo no quiero soñar que estamos juntos: quiero soñar juntos.
- Te doy mis ojos no para que veas sino para que mires por donde voy.
- Me emociono al pensar que este viaje que emprendo ahora es de los dos.
- Eres la televisión que quiero mirar, la sopa caliente que quiero tomar. La puerta y el garaje. Eres el sitio al que quiero llamar hogar.
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