miércoles, 17 de diciembre de 2008

BRINDIS

Por futuros ayeres

BRINDIS

Brindo por las suelas de mis zapatos, por las hojas caídas, por las gotas en el parabrisas, por la ceniza de los cigarros, por la última mordida de mi helado.

Brindo por las cuerdas de la guitarra, por el color verde esmeralda, por las gomitas enchiladas. Brindo por los sacapuntas, por las burbujas y por hacer bombas con el chicle.

Simplemente brindo por aquellas cosas que le dan sentido a la vida, que justo por insignificantes se vuelven indispensables.

Es en los detalles donde se aprecia el conjunto. Son las pequeñas cosas los motivos que valen la pena.

No puede apreciar un jardín alguien que nunca ha olido una flor.


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