Planear sólo sirve para matar el tiempo muerto.
Xochimilco por Central Park,
El Chapulín Colorado por D’Artagnan,
Aquí y ahora por después y lejos,
Metas por sueños,
Realidad por ficción,
Si el planear bastara entonces no habría porque esperar en la ventana. Si los planes fueran suficientes no existirían los zapatos mojados por la lluvia o los suspiros arrancados por el cielo.
Dejarían de existir los momentos, los cuentos, serías un robot y el mundo tu complot. No te enfermarías ni sentirías el pasto bajo tus pies. No llorarías ni se dibujarían sonrisas con poder curativo.
Se puede elegir ser una oveja más en el rebaño y terminar siendo el pastor que lo dirige.
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